…ciertos grupos de corrientes pulsantes salen del cerebro
para llegar a ciertos músculos del brazo. Como consecuencia de este estímulo,
el brazo acciona una mano vacilante y temblorosa que representa un emocionado
adiós de despedida para una larga y dolorosa separación. Simultáneamente
observamos cómo corrientes pulsantes producen cierta secreción glandular que
deja al pobre ojo triste velado por las lágrimas. Pero en ningún momento de
este trayecto (…) encontraremos la personalidad, ni la honda pena, ni la
preocupación que inunda el alma.
E.
Schöridinger