sábado, 20 de junio de 2015

Canas


Lo que se aprende en la madurez no son cosas sencillas,
como adquirir habilidades e información.
Se aprende a no incurrir en conductas autodestructivas,
a no dilapidar energía por causa de la ansiedad.
Se descubre cómo dominar las tensiones,
y que el resentimiento y la autocompasión
se encuentran entre las drogas más tóxicas.

Se aprende que el mundo adora el talento,
pero recompensa el carácter.
Se comprende que la mayoría de la gente
no está ni a favor ni en contra de nosotros,
sino que está absorta en sí misma.

Se aprende, en fin, que por grande que sea nuestro empeño
en agradar a los demás
siempre habrá personas que no nos quieran.
Esto es una dura lección al principio,
pero al final resulta tranquilizadora.

P. Garner


Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida

"He aquí todo un símbolo para cualquier individuo como nosotros: cada cual ha de organizar el caos que lleva dentro de sí, para llegar a reflexionar sobre sus auténticas necesidades. Su honestidad, su carácter verídico y competente se tiene que oponer en algún momento a esa actitud que siempre y solamente repite al hablar, aprender y reproducir. Se empezará, por fin, a comprender que la cultura aún puede ser algo diferente a la decoración de la vida, es decir, en el fondo siempre continuo fingimiento e hipocresía. Porque todo adorno oculta lo que adorna".

Friedrich Nietzsche